16 diciembre 2005

La EsPeRa...

Un poquito de mi historia...


Absolutamente real...


Completamente sincero...


Intensamente verdadero...


LA ESPERA…



Una vez más sus ojos divisaron ese lugar que alguna vez la había hecho tan feliz.
Su corazón, como en aquellos momentos, comenzó a latir con más fuerza que nunca, como jamás se hubiera imaginado que podía resistir…
Pero... esta vez... Ella sabía que sería diferente…
Sintió entonces que su alma se encogía y que su mente se nublaba, sintió marearse y aparecieron de golpe todos aquellos recuerdos que hacía algunas semanas la atormentaban a cada instante.
Nunca supo en qué momento sus ojos se cerraron para traer a la memoria aquel amor que, sin esperarlo, la había hecho renacer y ser tan feliz.
Recordó una vez más sus besos... tan suaves, esos abrazos “de oso”, y aquellas palabras... las más dulces que nadie jamás le había dicho antes…

De repente… el micro aminoró la marcha y sus ojos se abrieron rápidamente, como despertando del sueño que la había llevado tan lejos.
Allí comenzaba a aparecer esa tan amada y a la vez... temida “Terminal”.
Pudo divisar al momento los autos que se estacionaban a un lado de la vereda y no supo darse cuenta de que sus ojos ya buscaban sin cesar ese color celeste que en otra ocasión había denotado su presencia.
Uno por uno… y nada… no había celeste, ya no había cielo, ya no había nada de lo que ella quería y necesitaba encontrar.
“Lo sabía” se dijo para si misma “¿Porqué lo busco entonces?”
Las lágrimas se abarrotaron al borde de sus ojos como una tormenta a punto de estallar, y rodaron precipitadamente por sus mejillas, chocando con aquella mano que intentaba en vano detenerlas… cortar su camino…

Cuando sus ojos volvieron a ver con claridad, el micro ya había dado la vuelta y comenzaban a aparecer los primeros andenes… esos que separaban tantos encuentros y despedidas, tal vez historias como la suya, algunas con más éxito, y otras aún con un final incierto.
Y sin darse cuenta, y a pesar de que su corazón sabía que era en vano, nuevamente sus ojos desesperados volvieron a mirar entre la gente buscando algo que le diera una esperanza…
algún cuerpo alargado, una cabecita rubia, quizás un cigarrillo en una mano, unos ojos celestes o, simplemente,… aquel buzo rojo…

Entre la multitud sólo pudo ver la gente que se movía sin parar al igual que su corazón inquieto…
Miraba sin cesar a aquellos que iban y venían… desde diferentes lugares… tal vez hacia los mismos destinos.
Caras preocupadas, felices, enojadas, tristes…
Pero ninguna… nada… “nadie”… se parecía a él.

“¡Qué tonta!” volvió a decirse para sus adentros, “esas cosas sólo ocurren en las novelas, en el cine, en los cuentos de hadas. Esta es la vida real, ¡y es tan diferente!”
Trataba de convencerse a si misma, pidiéndole a su corazón que dejara de correr,
rogando que el dolor de su alma cesara de una vez,
y pidiendo a Dios que no dejara huellas tan profundas y le permitiera volver a sentir algún día…

Sin embargo, ella sabía que este momento se repetiría una y otra vez, cada semana, cada día de su eterno viaje… hasta que ya su cuerpo se sintiera agotado y no quedara nada de aquel sentimiento,
hasta que ya no le quedaran lágrimas que se agolpen en sus ojos cada vez que pensara en el…
hasta que tal vez su alma encuentre nuevamente la tranquilidad...
o hasta volver a conocer a alguien que la haga suspirar,
alguien a quien esperar…

En el fondo de su corazón también sabía que nunca más volvería a sentir esa felicidad que le había producido, aquél día, el tan esperado encuentro,
ese que alguna vez la había emocionado como nunca y la había hecho saltar de alegría y volcar de pasión...

Ahora... en lo más profundo de su alma... sólo quedaba la angustia, la desolación, y la certeza de que él jamás volvería a aparecer por allí, que jamás volvería a su vida…
… y aún así, y casi sin darse cuenta... ella seguiría buscando, por mucho tiempo más, aquellos ojos celestes que alguna vez la miraron con ternura... desde aquella “Terminal”.


Angie....

A mis Angeles... Gracias!!


"Los ángeles existen, habitan entre nosotros.
Sin saberlo son los seres humanos
cuando, llevados por un impulso desconocido,
hacen aquel gesto o pronuncian aquella palabra
que hace bien a otro ser humano.Y entonces el mundo se convierte en un lugar más hermoso
y lleno de esperanza"...


"Los amigos son ángeles

que nos levantan de la tierra

cuando tenemos problemas,

recordándonos como volar...."



A ustedes... mis amigos... mis ángeles...
Gracias por estar siempre ahí...